domingo, 4 de enero de 2009

La rosa de un angel

Una mirada fugaz, y él se sonroja como los vivos pétalos de una rosa. Indecisión a articular palabra alguna. Sabe que no serviría de mucho, solo para afrontar más vergüenza.
Cada vez que se cruzaba con ella, una fragancia inundaba su ser, aturdiendo su consciencia, que solo existía por y para ella. El podía admirar esa bella y sensual rosa en su espalda, dibujada con enorme precisión y dulzura
Con el paso del tiempo el fue persistiendo en un amor imposible, siendo un mero espectador en el contacto y leve roce de sus labios carnosos con otros que no eran los suyos.
Los años pasaban, lentamente, al igual que la caída de cada pétalo de una delicada rosa. Mientras que el seguía madurando tanto edad como en pensamiento, percatándose de que había otros muchos ojos en este mundo, otras muchas miradas que cruzar y encontrar.
Sin embargo las hojas marchitas en la espalda de ese ángel caían una a una por cada hombre con el que estaba. Jamás llegaría a entender que la belleza de una rosa es solo momentánea y esporádica, y que todo termina al igual que empieza. Una rosa puede ser bella y atraer la mirada de un enamorado, pero solo al tocarla entiende que esta llena de espinas

No hay comentarios:

Publicar un comentario